La pérdida de dientes puede suponer un verdadero problema a nivel mandibular. Ya no solo provoca el movimiento de los dientes, sino que también lleva consigo afecciones como bruxismo, desgaste y otras tantas patologías.

Pero, sin duda, una de las partes del diente que sufre más la consecuencia cuando existe la falta de piezas en el hueso alveolar.

Causas de la pérdida de hueso dental

Es complicado de detectar en las etapas iniciales. Por eso, es importante ir a una clínica dental para que un profesional determine la razón del problema lo antes posible.

Haciendo una radiografía, el dentista puede saber si el problema es debido a una pérdida de hueso dental y en qué estadio de deterioro se encuentra. Algunas de las causas son:

Pérdida o extracción de dientes

Cuando se han retirado dientes y no se han sustituido por implantes, el hueso deja de recibir estimulación debo a la falta de masticado. Aquí es cuando comienza a retraerse, afectando a las piezas contiguas, ya que la tendencia de los dientes es tener contacto entre sí.

Periodontitis o piorrea

Las enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis aparecen debido a una deficiente higiene bucal. El sarro solidificado provoca deterioro en el hueso alveolar e incentiva la pérdida gradual del mismo. La reducción de masa ósea puede provocar la pérdida de la sujeción de los dientes y se terminan cayendo.

Diabetes

De la misma manera, aquellas personas que sufren diabetes tipo 2 tienen más problemas vinculados con enfermedades periodontales. Por ello, tienen más probabilidad de sufrir pérdida en el hueso dental.

Dentaduras postizas

Una dentadura postiza, al no estar anclada al maxilar, no provoca estímulo al hueso alveolar subyacente. Con el paso del tiempo, se reabsorbe hasta el punto de aflojar la dentadura. Como consecuencia, estas personas tendrán problemas al comer o hablar.

Consecuencias de la pérdida de hueso maxilar

Tener una pérdida ósea provoca consecuencias a nivel morfológico, funcional y estético. Algunas de ellas son:

  • Modificación de la oclusión.
  • Retraimiento de los labios.
  • Flojera en dientes.

¿Cómo evitar la pérdida de hueso en los dientes?

La pérdida de hueso se puede prevenir visitando al dentista de forma periódica. En caso de tener un diagnóstico procedente de esta patología, se puede colocar un implante con una raíz que envíe estímulos semejantes a los de un diente natural y así evitar que el hueso sufra deterioro y perderse por completo.

Tener una correcta higiene bucal hace que no tengamos que lamentar la pérdida del hueso dental. El cepillado total y su combinación con hilo dental o cepillos interdentales a diario.

Tratamiento para la pérdida de hueso dental

En caso de la pérdida de hueso, una solución es hacer un injerto de hueso para sostener la colocación de implantes dentales. Estos también se hacen para reparar el hueso tras una infección de encías. Además, hay mejoría al estimular la mandíbula.

Para realizar este injerto, es necesario que lo realice un profesional mediante técnicas adecuadas. Este proceso necesita de tiempo y preparación y se divide en 4 fases:

  • Estudio y diagnóstico mediante pruebas para saber detalladamente la calidad y estado del hueso dental.
  • Cirugía de injerto del hueso dental. Analizar el área donde hay que restaurar para conseguir un resultado natural.
  • Tras el injerto, se realizan los implantes dentales.
  • Realizar revisiones periódicas sobre el estado del hueso dental.

En definitiva, la pérdida del hueso dental puede complicado de detectar en una fase inicial, por ello es importante tener un control rutinario del estado de la boca. Es importante acudir a un dentista que identificará el problema y dará la solución acertada.