La ortodoncia invisible consiste en la corrección de la posición tanto de los dientes como de los huesos mediante aparatos imperceptibles a la vista. Y es que con esta técnica, los aparatos fijos o brackets van colocados en la cara interna de los dientes en lugar de la cara externa, como sucede en la convencional. Además, también existen férulas transparentes, y con estos tratamientos se obtienen idénticos resultados que con los convencionales, aunque nos costará algo más de tiempo y dinero. ¡Descubre todo lo que debes saber sobre la ortodoncia invisible!

Tipos de ortodoncia invisible

En la actualidad, la ortodoncia invisible consiste en unas férulas transparentes removibles situadas en la parte externa de los dientes, pero son prácticamente invisibles a la vista. Están hechas a medida con policarbonato, un material de plástico muy resistente, y el tiempo de tratamiento suele ser similar al de la técnica convencional.

Existen dos tipos principales de ortodoncia invisible:

  • Ortodoncia lingual: es muy parecido a la ortodoncia convencional, solo que los brackets son más finos y se colocan en la parte interna de los dientes. De este modo, son imperceptibles para todo el mundo, y se diseñan a medida mediante un programa informático en 3D teniendo en cuenta la estructura dental de cada paciente.
  • Invisalign: este tratamiento es más innovador, y consiste en la fabricación de una férula transparente a medida con accesorios en su interior para controlar el desplazamiento de los dientes a su posición precisa. La férula suele ser de materiales plásticos y debe cambiarse, aproximadamente, cada dos semanas siguiendo las indicaciones del especialista. También es invisible y totalmente removible, por lo que el paciente podrá quitarse la prótesis cuando sea preciso.

Ventajas e inconvenientes de la ortodoncia invisible

La ortodoncia invisible puede ser utilizada en los mismos casos que una ortodoncia convencional, y su principal ventaja frente a otros métodos más tradicionales reside en la estética. La razón es porque apenas se nota, permitiendo llevar una vida totalmente normal.

No obstante, también tiene alguna desventaja, como por ejemplo que es posible que la ortodoncia invisible lleve algo más de tiempo que la ortodoncia convencional para conseguir los mismos resultados, por lo que el coste será un poco superior.

Al final, todas las técnicas son eficaces, pero como has podido comprobar, entre ellas existen algunas diferencias. Por ejemplo, con el procedimiento Invisalign no se utilizan brackets ni alambres, así que olvídate de las ulceraciones y molestias asociadas a la ortodoncia.

Además, como hemos dicho es removible, por lo que resultará mucho más cómodo para el paciente poder retirar la prótesis para cepillarse los dientes y comer. Esta es una increíble ventaja para llevar a cabo un buen mantenimiento de higiene bucodental.

El sistema de ortodoncia lingual, en cambio, no es removible, aunque sí permite evitar los daños ocasionados por los aparatos de ortodoncia convencional, como las manchas y la descalcificación. Además, recuerda que también es completamente invisible.

¿Cuánto suele durar el tratamiento?

Como cualquier otro tratamiento de ortodoncia, la ortodoncia invisible no tiene una fecha determinada, pues cada persona es diferente. Por lo general, el tratamiento de ortodoncia invisible más simple y sin muchos cambios puede durar unos 4 meses, pero dependerá mucho de la facilidad de movimiento de las piezas dentales del paciente y del estado de sus encías.

El dentista será el que, encargado de recomendar el cambio de las férulas, pero es recomendable que se cambie el alineador cada dos semanas para asegurar que cada nuevo movimiento se asienta de manera perfecta. Pero ten en cuenta que lo que a ti puede parecerte un cambio pequeño, puede requerir semanas y mover decenas de dientes en ambas arcadas.

Para terminar, debes saber que los casos más complicados requerirán movimientos paralelos en ambas arcadas y pueden alargarse hasta 3 años, dependiendo del número de alineadores necesarios y de la constancia del paciente con su uso.